lunes, 4 de agosto de 2008

Nieve y amigos

Me desperté inconsciente del silencio irreal que había afuera.
Esa noche los copos caían de manera precipitada, tenias miedo, pero yo estaba segura de que algo tan hermoso y tan deseado por tanta gente no podía ser malo.
Después, cuando íbamos caminando todos juntos sonreí, las cosas parecían perfectas, nos dedicamos a patinar por el muelle, a escribir sobre la nieve y a jugar con ella... Nuestras risas se elevaron con la leve brisa, convirtiéndose en nieve y volviendo a caer sobre nosotros.